El 2020 y lo que va del 2021 han representado un importante reto para la comercialización de calzado infantil, y es que con la cancelación de clases presenciales por ya casi un año, las ventas de esta categoría se han visto sumamente afectadas.
Por un lado los ingresos en millones de familias se han reducido de forma importante con la pérdida de empleos, la baja en ventas para todos los sectores, etc. esta razón en sí misma reduce el presupuesto destinado para este tipo de compras que por otro lado también descendieron peldaños en la escala de prioridades, es muy simple, con los menores en casa la mayor parte del tiempo, no es necesario renovar el calzado con tanta frecuencia, ni contar con la variedad habitual.
Sin embargo siempre hay una oportunidad y aquí puede hacer una gran diferencia el adecuado conocimiento del cliente. Si cada empresa identifica las necesidades específicas de su mercado, tanto de sus clientes frecuentes como de los potenciales, estará en posibilidad de brindarles lo que requieren, podrá adecuar su oferta en cuanto a diseño, se puede pensar en estilos híbridos más versátiles, materiales más durables, o bien hacer uso de materiales que permitan optimizar costos sin descuidar la calidad; cada cliente así como cada segmento es diferente y lo que para una empresa funcione, para otra puede no ser el mejor camino; esto sólo lo determinará de forma particular cada fabricante después de un adecuado estudio de su mercado.
La reactivación de la industria es una prioridad, ya que con ella podrán recuperarse muchos empleos y en cadena volver paso a paso al bienestar como sociedad.
Sé parte del proceso de reactivación, acompáñanos en SAPICA del 9 al 11 de marzo.