Desde los 19 años inició su trabajo para Google, pocos años después fundo su propia empresa llamada Mercatitlán, en la que, hasta hoy, ofrece asesorías a diferentes empresas, así como cursos de marketing digital.
Rubén Díaz – ¿De qué nos vas a hablar está tarde?
Juan Lombana – Bueno, voy a hablar de negocios, de tecnología, de comercio electrónico y redes sociales, está bastante intensa. La idea de la plática es empujar a la gente a cambiar la manera en la que operan sus negocios y la manera en la que venden.
R.D. ¿Cómo entendiste que el mundo cambió y de qué forma comunicas toda esa percepción que tu lograste obtener a lo largo de este año y medio de pandemia?
J.L. – Bueno, yo entré a trabajar a Google a los 19 años y ahí emprendí. Tengo un negocio de marketing digital y siempre he estado familiarizado con la tecnología y creo que ahí está el tema, la gente que es muy tecnóloga, como que no le tiene miedo, pero si tú eres emprendedor y tienes una pequeña o mediana empresa ves el tema de la tecnología y el marketing lejano y técnico y como que no te animas a usarlo a tu favor. Entonces, la idea de la plática es esa, acercarles estos conceptos que parecen ser técnicos y en realidad no lo son tanto, pero que si pueden potenciar sus negocios.
R.D. – Yo he visto y leído que la gente experta como tú opina que debido a la pandemia, la tecnología se adelantó 5 años, que lo que estamos viviendo hoy, realmente lo íbamos a vivir más a futuro ¿Cuál es tu percepción?
J.L. – Si, por supuesto, por lo menos México tiene el 81% de crecimiento en comercio electrónico de un año a otro, entonces… ¡eso es una locura! es casi el doble y eso es en cuanto a métricas, pero si calculas todas las variables que son cualitativas como por ejemplo, tu tía que nunca había comprado nada en internet y ahora no le quedó de otra y se familiarizó con la tecnología y a partir de aquí ya no hay vuelta atrás, tu tía puede seguir comprando en internet, si tiene una buena oferta, probablemente la utilice, entonces, eso también lo tendríamos que meter en la ecuación y ya no hay vuelta atrás, la penetración de la tecnología y la digitalización del país está ahí y para siempre.
R.D. – ¿Cuál es tu percepción sobre lo que vendrá el próximo año y en los próximos 5 años?
J.L. – Interesante pregunta, yo percibo que el mundo cada vez más será digital, no solamente de forma parcial, es decir, la gran mayoría de nuestras actividades, se van a ir al mundo digital, considero que todas, no solo algunas, ahorita ya lo estamos viendo con el tema del trabajo que ya puede ser completamente remoto, el tema de la socialización, el consumo de medios. Cada vez hay más temas en los que existe una opción digital incluso los e sports famosos, pues ya están llevando los deportes a digital, entonces yo creo que en los próximos años lo que vamos a ver es un “Black out” total, o sea, no va a haber ninguna actividad que no tenga una comparativa digital y las marcas van a tener que adaptarse a este nuevo “metaverso” como se le está llamando.
R.D. – ¿Qué te parece Sapica?
J.L. – Me encanta, estoy bien contento, es mi tercer año, ya es mi casa. Cada año se superan, la gente viene este año con una actitud impresionante y eso me gusta, porque los veo como muy echados para adelante y las cosas están saliendo muy bien, entonces estoy muy contento.
R.D. – ¿Cuál es tu opinión sobre la industria del calzado?
Es bien interesante porque particularmente, la ropa y el calzado, tardaron en darse cuenta que existe una estrategia digital, sobre todo porque al principio de la digitalización, las empresas del calzado pensaron que la gente siempre iba a necesitar probarse el zapato, pero las ventajas que te da hoy en día internet en cuanto a costos en cuanto a almacenaje logística… ¡claro, todo mundo prefiere probárselo!… pero tal vez si estás 100 o 200 pesos más barato en internet y te lo regresan fácil y no hay bronca con eso, pues entonces estás dispuesto a perder o ganar más y yo creo que las empresas se están dando cuenta cada vez más de eso. Si, creo que los zapatos y la ropa fueron los últimos en darse cuenta por el tema de probarse las cosas, pero ya están del otro lado.