La industria del país en general pasa por una fuerte crisis, sin embargo, la industria del calzado en particular necesita con urgencia ponerse en marcha, ya que incluso, antes de la pandemia mostraba un decrecimiento debido a la complicada situación económica que ya atravesaba desde entonces nuestro país.
Los números son claros, en 2018 esta industria generaba alrededor de 260 millones de pares de calzado, que se redujeron a 250 millones de pares en 2019 y luego a solo 163 millones en 2020.
La población en México dejó de comprar calzado, en primer lugar por la crisis económica que posteriormente se agravó por la pandemia, ya que la población que aún podía permitirse comprar zapatos, simplemente dejó de necesitarlos cuando su vida social quedó cancelada: eventos, compromisos, vacaciones y en general todo tipo de actividad.
Sin embargo, hubo un sector que sí tuvo crecimiento y los fabricantes que estuvieron atentos al comportamiento de su consumidor y pudieron reaccionar se montaron rápidamente en este segmento, lo que les permitió superar o sobrellevar la difícil temporada; nos referimos por supuesto, al calzado de descanso: pantuflas, sandalias de estar en casa, tenis, mocasines e incluso para el mercado infantil un híbrido de calcetín con suela. La venta de todo este tipo de calzado sí tuvo y se mantiene aún en movimiento.
Otras alternativas que algunas fábricas encontraron para mantenerse laborando, al menos a una fracción de su capacidad, fue la elaboración de cubrebocas, caretas, gorras con caretas, accesorios para hacer más cómodo el uso del cubrebocas, entre otros.
Los denominadores comunes en todos los casos, fueron la filosofía de innovación constante, el estar atentos y anticiparse a las necesidades del consumidor, y algo indispensable, la capacidad de adaptación en conjunto con la disposición de aprender y capacitar al equipo en los nuevos procesos según el caso.
La pandemia aún no termina y los estragos de esta seguirán afectando por mucho tiempo más, por eso es no solamente importante, sino urgente mantenerse atentos a los cambios y oportunidades que el mercado presente, para así generar una rápida respuesta y mantenerse a flote en la industria hasta que la economía llegue a una situación más estable.
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