Las tendencias evolucionan a partir de sí mismas, conforme la sociedad las dirige. El confinamiento y la pandemia han dejado huella en el ánimo social y esto se refleja en los productos que consumimos y la forma en que queremos vivir. Después de meses de aislamiento, temiendo al contagio por el contacto físico y los eventos masivos, con la reactivación de actividades se ha detonado el deseo de las personas por explorar, vivir experiencias, animarse y salir al mundo. Este sentimiento se incentiva visualmente a través de colores enérgicos y siluetas, que nos transporten a lugares fuera de nuestro hogar que añorábamos y que habían quedado relegados a un recuerdo en nuestra memoria.
Desde varias temporadas atrás hemos visto como las tendencias divergen entre el futurismo digital y la alta tecnología con la nostalgia por el mundo exterior, la naturaleza y los procesos tradicionales. Ahora, estas dos corrientes están encontrando una forma de coexistir. Lo vemos hoy frecuentemente dentro de las colaboraciones entre marcas de estilo urbano y vanguardista, con firmas de lujo clásico, como Gucci x The North Face o la moda digital de Balenciaga x Fortnite. Las colecciones de casas de moda tradicionales como Dior, Louis Vuitton y Loewe han apostado por integrar a sus productos, elementos y colores vibrantes con materiales de aura Hi Tech.
El concepto futurista de hoy ha evolucionado desde el Space Age de los años 60s, el Sci-Fi y los viajes en el tiempo en los 80´s, pasando incluso por la moda tecnológica que veíamos en los 90´s y hasta la actualidad en las colecciones de Hussein Chalayan e Iris Van Herpen.
Desde esta trayectoria se ha formado una tendencia que se transforma en un híbrido que mezcla lo digital con lo real, y no solo la veremos en la moda, sino también en campañas publicitarias, como los aparadores 3D en Tokyo o New York; en el arte, que evoca las formas de la naturaleza procesada a través de un software, como en la instalación multi sensorial Serpenti Metamorphosis, que el artista turco Refik Anadol hizo en colaboración con Bulgari; en la decoración la podremos observar a través de formas modulares, moleculares o en bloque, en muebles, texturas y elementos de ornato, que nos recuerdan el mobiliario de Pierre Paulin o Olivier Mourgue, quien se hizo famoso por la silla Djinn que aparece en la película 2001: Odisea del espacio de Stanley Kubrick.
Este tipo de elementos son lo que hoy influencia las formas y texturas que adopta el calzado y la marroquinería, y desde donde surge la paleta de colores sólidos, brillantes, neones diluidos y apastelados, en la que se destaca la tonalidad Setting Sun.
Hoy el mood del consumidor se encuentra ávido por la actividad al aire libre –aunque estas se tengan que realizar en formato indoor por la rutina de las ciudades y la cotidianidad- por esto, dominan las referencias, siluetas, materiales y formas de calzado de carácter deportivo, que usualmente usaríamos en actividades al exterior, adaptadas a diseños casuales y de uso diario, añadiendo ese toque inusual de color y energía, añadiendo cualidades como la comodidad y durabilidad; algo que las marcas están optando por transmitir continuamente dentro de sus colecciones.
El slogan de esta edición #RunForTrends o #CorreporTendencias, nos urge a dirigirnos hacia esta acción de inyectar las colecciones de energía a través de formas dinámicas, novedosas y vibrantes, que se pueden traducir incluso sutilmente en un acento de color, en estructuras cómodas de calzado fabricadas totalmente en foam o el diseño de un piso de suela con referencia a una textura molecular, siguiendo esta necesidad de vivir experiencias, avanzar y disfrutar el mundo.
Los invitamos a explorar y explotar, el diseño y la creatividad en sus marcas, como nuestro principal recurso en esta edición 87 de SAPICA.